Yo quiero mirar
al camino con los ojos abiertos al sol,
Quiero pisar cada
piedra por dura que sea con la firme creencia
En mis pasos, de que trillo por valles,
bosques y lagos a sabiendas que
Al final del camino me espera el descanso. No,
no es que me muera mañana, es que al escalar las montañas se cansan las
piernas, al vadear las aguas se desgastan las gotas y
Al arrastrar las
cargas de sueños, de penas, de agonías y placeres se juntan las carnes
Cansancio, de
mente, recuerdos y luces, obscuros y silencios al tiempo que oscuros y
amaneceres.
Una flor que al nacer
hace sueños es la clave de un poema que nace, de una idea que florece en la
mente, de un mensaje del cielo a los hombres, y es el aroma que une las almas.
Por ello amo mi
jardín, porque en las alas del ave y la mariposa vuelan las aromas y en la
carga de las abejitas viajan las mieles del bien. Nada surge de la nada, todo sale de una
bendición…. Yo no sé que es eso de una
bendición, ni se nada de milagros, solo sé que se alegran los campos cuando
cantan las aves y se renuevan los rosales. En cada cerebro surge una idea y en cada
corazón un niño renace…. Porque niños los humanos somos, por más que los años
nos pasen y es de ahí que se marchitan las vidas y se apagan los cirios del
templo al rezar… por no compreder…
La carne
envejece, el cerebro no… Los últimos
rezos al cielo los pronuncia un suspiro al morir, sin que medien ni cura ni
monja, solo la cobarde silueta del hombre que deja de ser carne para ser
perchero con piel. Uno no es más que su
piel. Mañana los huesos ruedan por las praderas y el niño que pasa inocente
juega con ellos. Nada sabe de aventuras, de ayer, de traiciones, ni verbos, ni
astucia… el niño, como la flor solo vive
el rocío que le inspira mojado al
amanecer.
Son piratas las
hora del sueño, ladrones de naves de oropeles y tintes que pretenden sembrar
los valles de arcos iris… total para nada… porque nada es todo y todo es nada.
No creo a mis ojos a veces porque el hológrafo me los engaña, y sin embargo creo
en un Ser Divino que nadie ha visto ni nadie jamás verá. Somos un canto que hace eco en las montañas y
se pierde en el vacío de una copa de champán que se volcado…
El piso
resbalosos te hace caer, y si no te mató la borrachera, el champán al final tumbarte
ha logrado… Perchero soy, un pantalón y
una camisa hechos de piel que cuelga del perchero y camina por mares y por
cielos creyendo que ha vivido….
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